La ciudad que se detuvo en el tiempo, visitar la isla es revivir la historia del pasado
Para conocer La Habana mínimamente se necesita disponer de una semana. Las zonas donde se concentran la mayor parte de los lugares de interés son: La Habana Vieja, el Parque Histórico Militar de Morro Cabaña, Centro Habana y Vedado.
La Habana Vieja es la sugerente obra maestra de la ciudad, y Centro Habana, ubicada al oeste, ofrece una mirada reveladora sobre Cuba; mientras que Vedado es la zona más esplendorosa, ya que se trata del antiguo feudo de la mafia, se encuentra repleta de hoteles y restaurantes, y cuenta con una animada vida nocturna.
Lo ideal es comenzar visitando La Habana Vieja con sus cuatro plazas coloniales principales, sus museos más interesantes y otros lugares de visita obligada, tales como el Museo de la Ciudad, el Museo de Arte Colonial, el Museo del Ron, la Plaza de Armas, la Catedral de San Cristóbal de La Habana, el Edificio Bacardí, el Monasterio de San Francisco de Asís o el Castillo de la Real Fuerza. El casco histórico de La Habana ocupa cuatro kilómetros cuadrados repletos de historia por todos los rincones, donde encontrarás numerosos monumentos y museos de diferentes temáticas. Una buena idea es comenzar visitando el Museo de la Maqueta de la Habana Vieja, ya que aporta una buena visión de cómo es el casco histórico.
Durante el tercer o cuarto día en la Habana Vieja una excelente idea es acercarte al puerto del lugar, cerca de la Plaza de San Francisco de Asís, para tomar un ferry hacia el Parque Histórico Militar de Morro Cabaña y visitar sus dos majestuosas fortalezas: el Castillo de los Tres Santos Reyes del Morro y La Fortaleza de San Carlos de la Cabaña.
Los días siguientes es recomendable visitar Vedado, y Centro Habana y hacer algunas paradas esenciales, por ejemplo visitar la Universidad de La Habana y la Plaza de la Revolución para observar el mural del Che y el Memorial a José Martí; entrar en el Capitolio Nacional de Cuba, en el Museo de la Revolución, en el Museo Nacional de Bellas Artes, y en el Castillo de San Salvador de La Punta; ver cómo la vida discurre un tanto diferente en el Barrio Chino; y si te gustan las noches animadas podrás disfrutar de una extraordinaria vida nocturna en los clubes de jazz, los bares y los cabarets de la zona.
Si el tiempo te lo permite, a las afueras de La Habana encontrarás numerosas ciudades, pueblos pintorescos donde la vida se ve de forma diferente. Los lugares más interesantes en los alrededores de la ciudad son: los barrios de Miramar, donde destaca el Acuario de Miramar; Marianao y Cubanacán, en el municipio de Playa; la localidad de Santiago de Compostela de Las Vegas, en el municipio de Boyeros; los municipios de Regla y Guanabacoa; las localidades de Cojímar, Casablanca, con la gigantesca estatua del Cristo de La Habana; y Santa María del Rosario; el Museo Hemingway, en San Francisco de Paula; la zona del Parque Lenin, con el Parque Zoológico Nacional, y el Jardín Botánico Nacional; Playas del Este, donde se encuentran algunas de las mejores playas de La Habana.
Durante el verano el calor en La Habana puede llegar a ser sofocante, por lo que es más recomendable viajar en octubre, ya que es un mes más tranquilo y ofrece muchas cosas para hacer, como por ejemplo asistir al Festival de Ballet. El mes más concurrido y animado es diciembre, ya que es cuando tiene lugar el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.
Imperdibles
Visitar el Museo de la Revolución: El antiguo Palacio Presidencial alberga desde 1976 el museo. Este majestuoso edificio fue ideado en 1909 por los arquitectos Rodolfo Maruri y Paul Belau siguiendo los cánones del Eclecticismo. La historia de la Cuba desde el fin de la dictadura del General Batista hasta cómo asumió el poder Fidel Castro, todo rodeado de hermosas escaleras de mármol, techos altos y una hermosa vista al mar.
Un paseo en autos clásicos: Recorrer desde el centro de La Habana hasta el hermoso barrio de Miramar en un coche descapotable como un Belair Chevrolet o un Ford Fairlane es un verdadero viaje en el tiempo. Rosa, amarillo, azul, violeta. Las diversas versiones disponibles para alquilar le brindan aún más vida a la capital de Cuba.
Fábrica de tabaco: Una parada obligatoria en el recorrido por esta colorida ciudad. La tradicional empresa de puros Partagás ofrece una visita guiada que permite adentrarse en todo el proceso de elaboración, desde el secado de las hojas hasta que llega a las manos de su cliente. Fundada en 1845, es una experiencia imperdible donde aún se conserva la tradición más antigua de La Habana. Además de aprender sobre los cigarros, sus tamaños, aromas, gustos es posible disfrutar de la hermosa arquitectura del lugar.
Deleite visual: Pasear por el mosaico arquitectónico art déco, neoclásico y barroco colonial de la ciudad y disfrutar de las espectaculares vistas panorámicas que ofrece El Malecón, especialmente al atardecer, ver la Plaza de la Revolución con el Memorial a José Martí, y la Universidad de La Habana en la zona de Vedado.