Los ciclos son habituales en las mujeres. Por la propia condición de tales, transitamos muchos, y en mayor o menos medida, cuando salimos airosas de uno, comienza el otro…
Particularmente, y mirando un poco hacia atrás, me parece que cada tres años, la rueda de mi vida necesita detenerse, reflexionar, resurgir, y volver a girar.
De nuevo, como hece tres años, me declaro en crisis. De nuevo, elijo replantearme situaciones. Y de nuevo, necesito revisar posibilidades.
A diferencia de las anteriores, esta crisis llega con más herramientas en mi haber. Supe, (creo) capitalizar experiencias pasadas. Estoy en paz, lista para aprender de las nuevas. Alumna y maestra se complotan esta vez, para resurgir sana, libre, y poderosa.
Hablar de crisis muchas veces está mal visto. La connotación negativa que tiene está muy arraigada, y por eso quisiera ensayar un espacio de luz ante tan temido panorama.
En mi diccionario, crisis es sinónimo de posibilidad. Significa tomar decisiones postergadas, declarar el BASTA cuando es necesario, replantearme relaciones o modos de relacionarme con los demás, revisarME, y deliberadamente elegir cambiar. Etimológicamente, crisis es DECIDIR, SEPARAR, CORTAR, DISTINGUIR.
Entonces, en palabras de Tati, y con el formato que más me gusta, que es el de hacernos preguntas, “sentirse” o “estar” en crisis viene a cuestionarse planteos como los siguientes:
¿Cuánto tiempo más viviré sin tomar ESA decisión? (decidir)
¿A qué le voy a decir BASTA? (cortar)
¿Qué relaciones intrepersonales ya no suman a mi hacer diario? (separar)
¿Para qué hago esto que estoy haciendo? (distinguir)
A esta altura de mi relato, sigo sin la mayoría de las respuestas, pero me alivia pensar que hoy las reflexiono en paz, porque la recompensa de una mejor calidad de vida, no tardará en llegar.
Bendita entonces esta etapa de renovación, esperanza y crecimiento personal. Fanáticas del status quo, perfectas, todopoderosas, guerreras y fuertes, las invito a la vulnerabilidad de la no-estabilidad… del otro lado estaremos nosotras, esperando con los brazos abiertos.