Mucho se ve en televisión, redes y medios gráficos acerca del modelo físico de una mujer, hay mujeres que ganan protagonismo con un cuerpo de fantasía, con retoques a mano de cualquier programa de un celular o cámara.
Son pocas las mujeres que asumen o se muestran tal como son con arruguitas, celulitis, y sus perfiles cibernéticos son un reflejo de su realidad, hasta uno podría reconocerla si se cruzara con ella por cualquier vereda del mundo, pero hay otras mujeres donde tienen un gran descontento con su imagen real que aparentan ser lo que no son y niegan hasta distorsionan a mas no poder su imagen.
La vida real requiere mujeres reales aquellas que se aman tal cual son, siempre con actitud de superación, para verse y sentirse más plenas, pero nunca perdiendo el eje de quienes son realmente, y regando permanentemente una autoestima sana, sin distorsiones y complejos severos que la imposibiliten a disfrutar de su verdadero plano físico, psíquico, emocional, sexual y estético en todos sus planos vitales y cotidianos.
Es muy salugénico dejar el mito de vivir a dieta, ya que un encuadre más positivo para toda mujer es elegir vivir desde una alimentación a consciencia, donde se incluya la actividad física, y además experiencias de meditación, relajación, recurriendo a la terapia como medio para trabajar aquellos aspectos negativos que causan malestar o son rechazados por una misma.
Ser consciente que la verdadera belleza no se lleva en el peso, la talla, el color, sino en nuestra alma y sólo ella es capaz de irradiar la luz que resume nuestro estado de plenitud y felicidad como así también nuestro malestar o disconformidad.
Aprende a mirarte y respetarte tal cual eres, es lindo jugar a mirarnos con distintos filtros y sacar todo aquello que el tiempo, las experiencias y la vida nos fue dejando como trofeo de cada situación que vivimos, pero lejos de renegar de eso, vive feliz con todo lo que eres, porque si aún no lo escuchaste hasta hoy: eres hermosa tal cual sos y siempre estas a tiempo de florecer!