Esta tendencia se caracteriza por resaltar la belleza de la mujer con aparente poca aplicación de maquillaje.
Preparación de la piel: Según las necesidades de cada rostro, luego de remover cualquier impureza, hidratar o humectar la piel. Un buen maquillaje depende de la previa preparación de la piel.
Base: Para un acabado natural, la base de maquillaje debe ser liviana y del mismo tono que tenemos en el rostro. La podemos aplicar con brocha, esponja o con los dedos, lo importante es esparcirla uniformemente y no dejar excesos.
Corrector: Los correctores líquidos son los que nos brindaran un acabado natural y fresco. Lo podemos aplicar con pincel, esponja o dedos en forma de golpecitos.
Cejas: Son el marco de la mirada, deben estar siempre prolijas y bien perfiladas. El tono del lápiz o sombra para maquillarlas debe ser igual al color de tus cejas. También puedes aplicar un gel para peinarlas. Mantener siempre una estética natural en las cejas.
Pestañas: Aplicar con cuidado para no dejar grumos. Las pestañas postizas empoderan el maquillaje, no dudes en utilizarlas.
Sombras: Para resaltar la mirada puedes elegir tonos suaves nude o oscuros para un ahumado suave. Delinear con un lápiz negro al borde de las pestañas.
Labios: El tono debe ser natural, lo más parecido al color de tus labios. Para un especto fresco, aplicar labiales humectantes satinados o con un poco de brillo.
Esta tendencia de maquillaje es sencilla y a la vez súper producida. Uno de los objetivos de este maquillaje es un rostro impecable y natural. Y luego podemos darle un giro artístico y glamoroso aplicando strass en la boca y debajo de los ojos. El maquillaje no tiene límites, anímate a jugar y crear!
Producción Fotografía Buenos Aires
Nota y Make up: Mariana Fernández Bonazola @marianfernandezbonazola
Modelo: Allegra Belli @allegra.belli
Fotos: Charlie Navarro @navarro.photo
Producción exclusiva para Revista Brooke