“Existe una tribu en África, donde la fecha de nacimiento de un niño no se toma como el día en que nació, ni como el momento en que fue concebido, sino como el día en que ese niño fue «pensado» por su madre. Cuando una mujer decide tener un hijo, se sienta sola bajo un árbol y se concentra hasta escuchar la canción del niño que quiere nacer. Cuando nace, las ancianas y quienes están a su lado, le cantan para darle la bienvenida. A medida que el niño va creciendo; cuando el niño se lastima o cae o cuando hace algo bueno, como forma de honrarlo, la gente de la tribu canta su canción. Hay otra ocasión en la que la gente de la tribu le canta al niño. Si en algún momento de su vida, esa persona comete un crimen o un acto socialmente aberrante, se lo llama al centro de la villa y la gente de la comunidad lo rodea. Entonces le cantan su canción. La tribu reconoce que la forma de corregir un comportamiento antisocial no es el castigo, sino el amor y la recuperación de la identidad. Cuando uno reconoce su propia canción, no desea ni necesita hacer nada que dañe a otros. Y así continua durante toda su vida”.
Me regalaron este relato en estos días, con el nacimiento de mi segundo hijo. Ya lo había leído, aunque parece que aquella vez no le encontré el mismo sentido. Hoy te la regalo, para que ojalá consideres elegir tu canción. Esa que te indicará que estás en el camino que te acerca a quien realmente sos. Esa que te ayudará a celebrar, o enfrentar tu día a día. Esa que además, te guiará hacia segundas oportunidades.
Vivir desde “tu canción” para mí significa “vivir desde tu propósito” “vivir desde tu para qué” Significa que tu hacer tiene un sentido, una visión, y una misión. Además, actúa de filtro para tomar tus decisiones, concientizar tus elecciones, decir que sí o que no cuando hiciera falta, sin prejuicios ni temores, en fin, de nuevo, acercarte a vos misma y a tu real “yo”.
Lejos de que me hayan regalado la canción, creo que aún la busco, y sé que también puede pasar que ella me encuentre. Eso sí: soy consciente de que la tengo. Porque tener tu canción es como descubrir tu destino, y cada uno hace lo que puede, hasta que lo encuentra…
¿Cuál es tu propósito? ¿Para qué hacés lo que hacés? ¿Cuál es tu canción?