Muchas mujeres pueden pasar en sus vida por un periodo de trastorno de ansiedad, y cuando la situación no es atendida a tiempo y como corresponde puede tornarse un gran enemigo con el que hay que convivir 24 horas en el interior.
Algunos de los síntomas físicos se empatizan con otros cuadros clínicos, que hay que descartar con un buen chequeo médico.
Las palpitaciones, sudoraciones, entumecimientos, sentir tener un nudo en la garganta, falta de aire, sentimiento de rareza o boca seca son algunos de los síntomas más comunes, junto con una fuerte sensación de angustia o ganas de llorar.
Muchas veces este cuadro termina alejándote de tu vida cotidiana, ya que el miedo que te producen los síntomas te terminan paralizando.
¿Cómo poder manejarla? En primera medida es importante tener el diagnóstico de un profesional de salud mental, luego aceptar que ese cuadro está advirtiéndote de una situación interna poco salugenica, intenta reflejar que algo en tu mundo interno y externo está superándote.
Pregúntate, ¿qué es lo que no puedo manejar? Repasa que has vivido como fuerte en este último tiempo y lo has tomado con gran carga sin creer que pueda afectarte tanto.
Las técnicas de relajación, meditaciones guiadas y yoga, terapias orientadas al área conductual y emocional pueden ser grandes soportes de ayuda en esos momentos.
Trata de desarrollar el concepto del disfrute, en la prisa en la que vives y lo inmediato que se convierte cada momento, provoca voluntariamente un paréntesis para decir, aquí estoy, pronuncia tu nombre y repite: Estoy viviendo a plena consciencia, elijo estar sana y feliz, luego respira profundamente y cambia el aire. Repite este ejercicio varias veces como un mantra.
Centra tu atención en lo que tienes a tu alrededor, observa sólo observa, deja que los pensamientos pasen como lo hacen los títulos de una película, no te detengas en ninguno, deja los miedos, no te detengas en ellos y busca en tu interior aquello que has perdido: TU PAZ.
Recuerda que sanar implica hacerse cargo de lo que te sucede, un ansiolítico ayudará el proceso, pero el poder ejercer voluntariamente y a plena consciencia el deseo de estar y sentirte plena pasa absolutamente por ti.
La ansiedad puede venir a decirte que debes observarte más, conectar con tu mundo interno y no olvidarte que viniste a este mundo a ser feliz.