Enero del 2023 sentada en uno de mis cafés preferidos de la ciudad, me siento frente al ordenador y pienso como iniciar la nota del primer número del año. Me acompañan una taza XL de un “manchao” descafeinado y una (eran cuatro) Santa Gloria simples. Me recuerdan a las medialunas argentinas supongo que es eso lo que me trae hasta este lugar los días libres. Este año deseo comenzarlo llevándolos a una de las ciudades medievales más hermosas del continente en el que vivo. Una ciudad que en invierno encanta y en verano enamora. Quizá la escucharon nombrar, o vieron algo por allí en alguna revista de viajes. Estrasburgo es el destino de este inicio de año. Espero que disfruten de esta ciudad y que logre encantarlos tanto como lo hizo conmigo.
Empecemos con lo típico, su ubicación. ¿Correcto? Porque si no los ubico en el mapa como sabremos que avión tomarnos. Ubicada al noreste de Francia y cerca del río Rin en la colectividad territorial de Alsacia. Seguramente quienes hayan leído muchos libros de historia reconocerán la zona de forma inmediata. Se encuentra a 8 km de la frontera natural con Alemania.
La ciudad ha sido desde siempre un importante centro de comunicaciones, especialmente fluvial debido a su cercanía con el Rin. En pocas palabras Estrasburgo es una de las ciudades más importante de Francia desde el punto de vista económico, como cultural e histórico entre otras razones.
El primer stop después de un rico desayuno en mi caso un Latte Macchiato (lo más cercano a una lágrima que puedo conseguir acá en Europa) con una gran croissant.
PLACE KLÉBER
Hablemos de ella. Es la principal plaza de la ciudad, mayor tamaño, y la que reúne el corazón comercial. También es el punto estratégico donde se celebran infinidad de eventos culturales y deportivos, y donde se levanta el enorme árbol de navidad (al mejor estilo NY) para diciembre. En sus alrededores podrán ubicar a uno de los edificios más importantes de la zona, el edificio Aubette. Su historia se remonta al siglo XIII, donde era un complejo monástico. Para el siglo XVI prácticamente todo el edificio colapsó y lo que quedaba de él fue utilizado para propósitos militares. Para el siglo XVIII llega su remodelación. Su principal función hasta mediados del siglo XIX siguió siendo militar para cambiar luego a ser destinado a educación y entretenimiento.
Para la década del 20 en el siglo XX dicho edificio tal cual lo podrán encontrar al día de hoy, recibe una lavada de cara y lo modernizan bastante para convertirlo en el famoso Café Aubette. En la actualidad el edificio Aubette tiene tres salones habilitados para visita al público a saber: el teatro, la galería y el café. Es un edificio muy interesante para visitar… lo recomiendo.
PETITE FRANCE
Una de las cosas que más disfruto es visitar este tipo de lugares, donde la magia de la historia pasada se une con la actualidad. Construcciones del siglo XV y XVII se convierten hoy en hoteles y restaurantes para recibir a toda clase de viajero. Me refiero al barrio la Petite France. Un barrio que se encuentra ubicado este en la Isla Grande donde el río se divide en varios canales y cascadas haciendo un recorrido que los remontará en la historia de la ciudad. Calles empedradas, casas del estilo de la región (Alsacia). Aunque hoy es uno de los barrios más turísticos, antaño albergaba los gremios de Estrasburgo como el de los pescadores, molineros y curtidores. Una de las casas que más suspiros roba, es la antigua casa de los curtidores de piel convertido hoy en un importante restaurante ubicado junto a uno de los canales. Un dato curioso de este barrio es el origen de su nombre. Durante mediados del siglo XVI los casos de sífilis en la ciudad se dispararon. Esta enfermedad era conocida como “el mal francés” y para su contención las autoridades de Estrasburgo crearon un hospicio en un antiguo edificio, junto al cual encontrábamos un muelle al que se llamó Petite France perdurando hasta nuestros días.
La Petite France está delimitada por los Puentes Cubiertos (cuatro torreones que datan del siglo XIV, estos puentes como su nombre lo indica llevaban una cubierta que desaparecieron en el siglo XVIII), y el Puente Saint Martin. El barrio está lleno de restaurantes con terrazas, tiendas de regalos y las mejores vistas a los canales. Un lugar mágico, que remonta a la historia y que nos permite apreciar la arquitectura de la época así como también su particular paisaje.
Volviendo a los puentes cubiertos como dije renglones arriba están dominados por cuatro torreones que datan del siglo XIV (edad media) y que son parte de las antiguas murallas de la ciudad y de recuerdo de la independencia de la República Estraburguesa.
Una vez que Estrasburgo fue incorporada a Francia para el siglo XVII se construyó un nuevo cinturón de fortificaciones. Estos puentes marcan la entrada a la ciudad. Se ven en todo su esplendor desde la terraza de presa de Vauban o si lo desean tomando un crucero por los canales también es una buenísima opción.
CATEDRAL NOTRE-DAME ESTRASBURGO o CATEDRAL DE ESTRASBURGO
Si son de las catedrales esta es el must. Ubicada en el centro histórico de la ciudad. Se encuentra actualmente consagrada a la Virgen María pero no siempre fue así, antaño este monumento fue parte del culto protestante que se inició en el siglo XVI. Este edificio es propiedad del Estado francés, declarado monumento histórico en 1862.
Esta hermosa edificación no se hizo de la noche a la mañana, les tomó cuatro siglos (del XI al XV) y se lo considera un gran ejemplo de la arquitectura del arte gótico tardío. Una nota de color es que su único campanario que termina a los 142 mts de altura fue durante muchísimo tiempo (siglos) la obra arquitectónica más alta del mundo.
Lamentablemente esta zona a lo largo de la historia fue muy disputada debido a sus minerales y ha pasado por varias guerras importantes entre ellas la franco-germana y la Segunda Guerra Mundial que la lastimaron bastante arquitectónicamente hablando.
PALACIO ROHAN
La ciudad tiene muchísimas cosas para ver entre ellas el palacio Rohan, no sé por qué este nombre me suena al Señor de los Anillos, pero en fin volviendo a Estrasburgo. Lo particular de este palacio: era la residencia de los príncipes-obispos y cardenales de la Casa de Rohan, una antigua familia noble originaria de Bretaña. Fue construido al ladito de la Catedral de Estrasburgo y es una importante obra arquitectónica del arte tardo-barroca francesa. Desde su finalización allá por el siglo XVIII ha sido la residencia que acogió a personajes importantes como: Luis XV, María Antonieta, Napoleón, Carlos X, Luis Felipe 1 y Napoleón III. Imaginen caminar por los mismos lugares que estos personajes, ya simplemente de pensarlo se me pone la piel de gallina. Impensable.
Desde finales del siglo XIX este palacio alberga tres de los museos más importantes de Estrasburgo. Por lo que considero que es un gran atractivo turístico que no deben dejar de visitar.
Mientras les escribo estas líneas el frio está calándome los huesos por este lado del mundo así que creo que es hora simplemente de dejarles una listita de plazas que deben visitar en su paseo por Estrasburgo para luego contarme que tal la han pasado.
Place du Marché aux Cochons-de-Lait
Place Broglie
Plaza de la Catedral
Plaza de la República (foto)
Si tienen la oportunidad de ir en invierno más allá de ir súper abrigados recuerden que el mercadillo de navidad es uno de los más bonitos de Europa.
Por el momento los voy dejando, Estrasburgo es hoy día una ciudad que pocos conocen pero que alberga belleza, historia, magia y muchísimo más. Anímense, prometo, no se van a arrepentir.
NOTA: Fernanda Catanas @argentafotografia para Revista Brooke